Al sur,
donde el aire te quiebra la cintura
y cada hembra es una rosa
que gallardea su hermosura

Al sur,
en un patio andaluz
donde el agua quiere ser el aire
y los olores se convierten
en voces del silencio

Y el clamor de las flores te ensordece

Y la luz puede ser sombra o ser aurora
o plasmar en las esquinas,
la figura de la España mora

En el sur,
donde la voz se ha hecho
espíritu de uva,
cuando cantando rompe el clamor
del sol en su agonía
y canta desgarrada
a la belleza de la muerte

En el sur,
quisiera yo una tarde,
en el silencio de una calle cordobesa,
llorar por todos mis miedos consentidos,
por no ser hombre de acero en mis cimientos
y miel y aire y azahares y jazmines en el alma

Quisiera poder tener el pensamiento
del agua de una fuente granadina
y hacer del aire una piedra aérea
de líquida hermosura

Ser sur,
a veces,
me llama tan de cerca,
que sueño con alfanjes
y palafrenes de oro
y con ojos negros
en una tarde mora.

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