Está muriendo el día
y como un aroma
sobre el campo cae el silencio

A mi lado el Duende
extiende su mirar
sobre la masa obscura de las encinas
y da sentido a la luna
que nace joven
al otro lado del mundo
sobre la loma

Todo está en calma
salvo la inquieta Luna,
mi joven guardia
que regaña insistente
a algún joven elfo
que juega oculto
entre la hierba parda

Está muriendo el día
y los ojos del Duende
dan sentido a la luna
que nace joven
al otro lado del mundo
sobre la loma.

Luis de Pablos

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