EL OJO QUE NO MIRA

Le subyugarán al tordo las ruinas inertes de la Ermita

Las revivirá de trinos ensalzados

Las revestirá de plumas capuchinas

Y así, con la magia del ojo que no mira

cual linterna sorda en la cintura

Me adentraré en lo único que es bello porque existe

Me hundiré en el campo poco a poco

hasta que la hierba ahogue mi cordura

Luis de Pablos

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