UNA SOLEDAD LLENA DE LUNAS |
¡Oh sí, me lo dio todo!
Su risa, su arrebato
y el viento de su pelo
La esencia de su nombre
y el rincón aquél
donde escondía sus ansias más queridas,
sus muñecas de trapo, sus osos de peluche
Me hizo un hueco
en su pequeña cama de soltera
y se entregó entera, sin dudas
sin rencores tan siquiera
Y me dio el sol de su presencia
Y también me dio
Una soledad llena de lunas.
Luis de Pablos
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