Sola
Estás sola, herida pero sola,
porque eres tú la que acorta
distancias para el juego,
la que busca atajos en la sombra
hacia el agua profunda
de tu boca.
Estás sola, herida pero sola,
porque es tu mano el abrigo
de tus dedos
y es tu piel, frontera de tu tacto.
Estás sola, herida pero sola
y buscas la cura
en tu propia sed,
en la dulce locura
de la mano.
Estás sola,
de momento sola,
hasta que la luz de otra
presencia, ilumine el oscuro
rincón que te cobija.