MUERE
Así, como muere
la luz en el agua
después de acariciar
las hojas del sauce
y dejarlas exhaustas,
muere mi mirada
en el brillo de tu pelo
y en el terciopelo insomne
de tu espalda
muere el camino de mi mano,
y toda mi ansia
es ahora un toque silencioso
de trompetas,
una clamorosa llama,
un laberinto de soles,
una mar de sombras largas.