TUS ORIENTALES OJOS (2) |
Dulces ojeras
subrayan
la luminosa fijeza
de tu lunar pupila
Amanece de
nuevo en tu cuerpo
Y ese insólito silencio
que espera algo
y que precede a cualquier alba
se extiende por toda tu piel,
tensa, viva como un campo
esperando la primera caricia
del sol en la mañana
Tus orientales ojos me miran
Y yo no puedo dejar de mirarlos
En ellos está
la vida
y también reposa en ellos la muerte:
Ese Occidente
que amigo de la noche
nos reclamará a todos
cuando nos abandone el tiempo
Pero ahora,
desde el inmenso Levante de tu gozo
nos alzamos y un insólito clamor
recorre el orbe
Sobre la tensa
curva de tu vientre
me alzo como un astro en la mañana
Y la vida brota
por doquier
esté tu piel enamorada
El tiempo se ha
parado
y el cenit y el nadir
se han hecho amigos
Aquí está todo y está la Nada
En ti,
estás tú y está mi alma enamorada.
Luis de Pablos