¿ERES DIOS?

 

            Yo desconozco si Él es la Verdad, porque para creer en eso hace falta

            tener Fe en Él, bueno en Él y en muchos otros que también pretenden            

            ser la Verdad, ser Dios.

                Pero ciertamente yo no carezco del todo de Fe, porque yo tengo Fe en   

            la vida.

                Todos los días veo salir y ponerse el sol y ya no me pregunto quién lo

            creó. Ni tan siquiera me pregunto si el sol no será un dios, simplemente

            lo contemplo y me maravillo de lo bello que es.

                Alrededor de mi casa hay bastantes árboles: Algunos los he plantado

            yo y sobre todo en verano, los riego para que aguanten el calor y no se sequen.

            Pero también hay algunas encinas que no plantó nadie y a las que nadie riega.

                Siempre me ha admirado su deseo y capacidad para vivir, para querer seguir

            vivas a pesar de la falta de riego, del intenso calor de la meseta castellana.

                Yo me he aferrado con todas mis raíces a la vida y vivo de ella y para ella.

            Si Dios existe estoy   seguro de que me hizo para eso, como a las encinas; para   

            vivir.

                Si existe Dios y me lo encuentro algún día, cuando muera supongo, le mira-

            ré como miro al sol y maravillado simplemente exclamaré: ¡¡Que bello eres!!.

            Y no le preguntaré tan siquiera ¿Eres Dios?.

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