EN MADRID A 11 DE MARZO

 

Se tiñeron de sangre

hierros y cementos

y de asco infinito

los ojos de las alondras

Temblaron de vergüenza

los ladrillos de las casas

y por unos instantes

la vida no valió nada

Silencio:

El espacio se llenó

de razón y silencio

Y ya no fueron

precisas las palabras

El silenció

lo dictó todo

con su pluma fugaz

y delicada

Luego los gritos

y el horror

se hizo dueño

del aire, de la tierra

del fuego y del agua

En Madrid

a 11 de Marzo de 2004

la vida por unos instantes

no valió nada.

 

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