en que no estás tú para mirarte

Mis ojos se llenan de vacío

y el alma se me escapa,

huyendo sola, hacia el campo solo

En ocasiones, en estas ocasiones

en que no estás tú para escucharme

Mi boca se llena de silencio

y huye la palabra.

Y vuela con ella el pensamiento

Y me quedo solo, en silencio y solo

Vacío como un Angel malo

Y veo la distancia

Y el giro de las horas

El fin de las mañanas

El fin de nuestros días...

Y vuelve el alma airada

y el pensamiento herido

me llena la boca de gritos

de viejas maldiciones

Me deja como siempre

en estas ocasiones:

Con el Alma sola, en este mundo solo