BANDERAS
DERROTADAS
Es un antiguo, secular,
quizá infinito
desfile de viejas
banderas derrotadas.
Inasequible el tiempo,
frío y oscuro como un
río sin nombre,
pasa bajo las ventanas
hueras
de la historia,
bajo los mismos puentes
de antaño
y lleva en sus frías
manos
como rosas doloridas,
banderas derrotadas.
Somos un ejercito sin fin
vencido una y otra vez,
mientras dure la lucha.
Caeremos una y otra vez,
en avalanchas,
sepultándolo todo,
llenando el espacio
vacío
de gritos tan atroces
que ya nadie los escucha.
Pervive la esperanza
de que exista algún
lugar
en el que ya no sucedan las horas
y el espacio se detenga
mirando la mañana,
y las rosas renazcan
camino de otra aurora,
y las viejas banderas
sean algo más,
que vencidos harapos
escarnecidos al viento.