Qué tontería

Me duele todo el cuerpo

y por un momento

casi como si fuera mío del todo

tengo tentaciones de decirle

“No duelas”

como si fuera a obedecerme

como un perro fiel

 bien educado

 

Qué tontería

y me preocupa

 su desobediencia

como si fuera culpa suya

o culpa mía

que nunca tuve en mi poder

la hoja de instrucciones

de esta chicharrera blanda

y pulposa

tendente a la caída

y al olvido.

 

 

Qué tontería

cuando olvido

que esto es prestado

No se por quién

ni para cuánto

pero nunca para siempre

eso está claro

 

Y aunque mis ojos

desde la cara hasta la mano

hayan creado caminos

enamorados

de la textura amiga

De la conocida forma

Qué tontería

creer que es mía la mano

 

Esta mano, esta mano

que ya ni tan siquiera es

la mano aquella

con que acaricié su piel

aquel verano…